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En algunas columnas he tenido éxito, otras fueron polémicas y tuve la razón en muchas. En otras me equivoqué, pero aquí están para que todos las revisen, las comenten y las critiquen.

lunes, agosto 18, 2008

La seguridad en Bogotá

Foto: de cgsb2007
Paradójico que en un país como Colombia donde, según José Obdulio Gaviria, el arrogante asesor presidencial, ya no hay guerrilla, ni desplazados, ni inseguridad, ni narcotráfico, mejor dicho donde se puede vivir sin pobres, sin hambre y sin roscas como las que criticó el Presidente hace poco, es decir que un país que bien podría ser la verdadera sucursal de cielo, tenga una capital insegura.

Muy raro porque como todos los males ya están erradicados, no es posible que Bogotá esté siendo víctima de oleadas de violencia, de sicariato, de homicidios y de hurtos. A no ser que el único mal que todavía queda sea Samuel Moreno Rojas, nuestro alcalde, quien definitivamente parece ser persona no grata en el círculo paisa que gobierna en el Palacio de Nariño y a quien parece también, hay que desprestigiar a toda costa con campañas mediáticas o con declaraciones inescrupulosas como las del ministro Juan Manuel Santos a quien se le ocurrió que pedirle resultados al general Palomino era regañarlo.

Es una majadería decir que Bogotá está siendo víctima de la violencia máxime cuando la ciudad siempre ha sido insegura, cuando desde hace muchos años es caldo de cultivo para bombas, para crímenes, para robos de vehículos y de apartamentos, para atracos y para grupos de guerrilla urbana.

Ese cuento es muy viejo sólo que a Samuel no hay que dejarlo gobernar. Si se hace puede volverse un verdadero peligro para las futuras aspiraciones presidenciales de los ministros Santos, Arias y hasta del mismo José Obdulio (si es que Uribe algún día los deja, claro está). Por eso no se puede, en Bogotá, aplicar la política de Seguridad Democrática porque la seguridad en Bogotá es problema del alcalde cuando de resultados se trata, pero de Santos cuando la cosa es de protagonismo, si no recuerden la abusiva participación del Mindefesa en un consejo de seguridad y la sobradez con la que dice que el alcalde no puede oponerse a los “buenos oficios” del gobierno para garantizar la tranquilidad de los capitalinos.

La guerra que le están haciendo a Moreno no es un falso positivo, es en efecto, un plan sólo comparable con el operativo que dio como resultado la baja de Raúl Reyes o con la Operación Jaque. En él juegan un papel de primer orden los medios, los mismos concejales que quisieron desestabilizarlo cuando no aprobaron la armonización presupuestal y por supuesto, el gobierno nacional.

Lo raro además, es que Samuel logró construir un Plan de Desarrollo en el que de cada diez pesos, siete van a ser destinados a garantizar los derechos fundamentales de la gente y comprometer al gobierno nacional en la construcción del metro, según lo dice en entrevista para el diario El Espectador el pasado 17 de agosto. Va a poner en funcionamiento las bahías para parquear, cosa que se pedía a gritos desde hace años, empezará la fase III de Transmilenio, ha dejado de perseguir a sangre y fuego a los vendedores ambulantes, a quienes obviamente hay que reorganizar, conformó un buen gabinete y pinta a futuro, si lo dejan, como un transformador de la ciudad.

Y es raro porque como el alcalde es el mal hecho hombre, pues todos estos no son logros sino errores de las estadísticas. Tal vez el reciente Informe de Desarrollo Humano de la ONU, sea un estudio mal realizado y lo que dice frente a la seguridad sea falso. Muestra el informe que “a pesar de la percepción de inseguridad de los bogotanos, las cifras demuestran que la seguridad ciudadana ha aumentado”. Obviamente eso es producto de administraciones anteriores y de los ocho meses de la actual pero claro, Samuel no ha hecho nada y por consiguiente hay que seguir desprestigiándolo y hacerle la vida imposible para validar y demostrar que si no es Uribe y su séquito nada es posible.

Este paraíso que es Colombia según Obdulio, tiene un infiernito y se llama Bogotá. Cómo no si el alcalde no es ni de la U, ni de Cambio Radical, ni de ninguno de los partidos de gobierno. Si perteneciera a alguno de ellos, con certeza, la Seguridad Democrática ya habría pasado por la ciudad.

A Moreno hay que darle tiempo. Uribe lleva seis años y tiene aún muchas deudas pendientes.