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En algunas columnas he tenido éxito, otras fueron polémicas y tuve la razón en muchas. En otras me equivoqué, pero aquí están para que todos las revisen, las comenten y las critiquen.

miércoles, enero 28, 2009

Las medidas de Samuel

Ilustración: ELECTROBUDISTA

El tema de las medidas adoptadas por nuestro Alcalde para mejorar la movilidad y la seguridad en las vías es bastante amplio y tiene muchas aristas que deben ser analizadas. Como soy consciente de que este y cualquier blog son espacios para lecturas rápidas, debo hacer un pequeño análisis, que aunque corto no tiene la extensión adecuada para su publicación. Espero me disculpen, aunque en honor a la verdad, he tratado de ser lo más sintético posible.

Voy directo al grano y como sé que muchos me van a desear lo peor, pues comienzo diciendo que estoy de acuerdo con la medida que amplía el Pico y Placa para los carros particulares adoptada por el alcalde Samuel Moreno.

Pueden si quieren repasar las columnas que he escrito en El Informante para que corroboren que poseo vehículo y que además protesté en un Día sin Carro montando una zorra que era en lo que pretendían Lucho Garzón y por supuesto Enrique Peñalosa, nos movilizáramos los dueños de vehículos particulares en Bogotá.

Ahora me adhiero a la medida, aunque discrepo de algunas otras del paquete de siete que ha impuesto el burgomaestre, veamos:

Pico y Placa:

Las medidas restrictivas son per se, una amenaza para la libertad, sin embargo, cuando se necesitan disposiciones de choque como las que se impondrán la próxima semana, pues debe haber normas no para incumplirlas ni para seguir con esta mentalidad mediocre de los colombianos que enaltece la frasecita manida de “hecha la ley hecha la trampa”, sino para cumplirlas realmente. En tal sentido, el hecho de que diariamente vayan a salir de circulación cerca de 450.000 vehículos, indiscutiblemente aliviará en algo la movilidad mientras se terminan las obras que empiezan a construirse, las cuales, se supone, nos permitirán, a futuro, disfrutar de nuestros vehículos. Por ello vale la pena el sacrificio.

No es cierto que salgan de las vías 530.000 automóviles como lo dice el Secretario de la Movilidad pues hay que contar que van a salir a ellas 3.000 buses que, según insiste el funcionario, transitarán por las zonas periféricas de la ciudad, a eso hay que sumarle las excepciones que de seguro se darán a quienes trabajan con sus vehículos y las trampas de algunos que con toda seguridad utilizarán un segundo carro.

De todas formas, la reducción de automóviles va a ser considerable. La gran inquietud radica en lo que Ricardo Monteczuma ha puesto sobre la palestra: las horas pico serán caóticas pues seguirán circulando los mismos carros de siempre más los 3.000 buses que empezarán a operar, así sea en zonas aledañas como se infiere de lo dicho por el secretario Fernando Álvarez. Esas zonas limítrofes también son transitadas y por lo tanto no es claro si de verdad sirve poner a funcionar los buses, para quiénes y si realmente contribuirán o empeorarán la movilidad. Me resisto a creer que Moreno se esté dejando manipular por la mafia transportadora de Bogotá.

Con todo lo anterior y en espera de que la solución no sea peor que el problema, creo que el sacrificio de todos en estos momentos es necesario y que nos guste o no, todos debemos aportar para que el futuro de la ciudad traiga una mejor calidad de vida. Es importante recordar que la cultura ciudadana juega un papel fundamental en esta coyuntura. En este país miserable, atrasado e inculto quizás sea mucho pedir que la gente empiece a pensar en colaborar, pero el trabajo también debe hacerse en ese frente, cosa que el Alcalde no olvida pues dentro de su paquete de medidas habla del tema como más adelante lo veremos. La cuestión no es sólo de muros y ladrillos, bien parece saberlo Samuel Moreno.

La medida es transitoria y eso lo garantiza el decreto que tiene una fecha límite para su culminación. Ojalá no se inventen luego algún conejito para ampliarla como ha sucedido con el dos por mil, que ya va en cuatro por mil o con la ampliación de una hora para el Pico y Placa que termina la semana entrante, por citar dos ejemplos, y ojalá no aparezca en estos días un orangután que imponga un cuantioso incremento en el precio de la gasolina aduciendo que como se está consumiendo menos, la ciudad va a empezar a perder dinero. Con no rebajar el impuesto de rodamiento y el SOAT ya es suficiente. Ojo Samuel.

Transporte de Carga:

En lo que tiene que ver con este tema, no hay nada novedoso salvo separar los camiones de los vehículos escolares. El resto parece ser un cúmulo de tramitomanía y unos acuerdos que suenan bonito pero que en la práctica parecen utópicos. Eso de firmar un pacto “de buenas prácticas por la movilidad” con el gremio no es más que un eufemismo al igual que la exigencia de “un registro previo en página web para los envíos con vehículos que superen las 7 toneladas de carga para disminuir el impacto sobre la malla vial y la calidad de vida por la circulación de vehículos pesados en vías locales”.

En la realidad y no en la imaginación, los pactos se incumplen y los registros no registran. Se salva en este punto lo de la “construcción del Primer Corredor Logístico: Concesión Calle 13/ avenida de las Américas/NQS, en el marco del Plan Maestro de Movilidad”. Efectivamente esto es lo que se debe hacer, en lugar de prohibir el uso de automotores y por lo tanto restringir la libertad, hay que empezar a construir vías tanto para vehículos de carga como para particulares y de servicio público, así, por separado.

Bahías:

Excelente que se habiliten, ya era hora, esto favorecerá el comercio, la movilidad y la organización de la ciudad; frenará el abuso de muchos parqueaderos y proporcionará comodidad a los dueños de automóviles particulares. Ahora lo que toca es empezar a tumbar bolardos para olvidarnos del todo del señor Peñalosa. Y toca también empezar a regular, a futuro, los cobros por el estacionamiento en estos sitios no vaya y sea se nos aparezca el fantasma de las Zonas Azules y nos veamos enfrentados a enormes cobros y a brutalidades y arbitrariedades como las de los famosos cepos y los robos legales de carros por cuenta de los negocios redondos de las grúas.
Motos:
Muy bien la restricción para niños menores de 10 años y para mujeres embarazadas; bien lo de la prohibición del “zigzagueo” y lo de adelantar por la derecha como cualquier vehículo, pero no veo en qué pueda solucionar la movilidad el que un motociclista circule o no por los carrilles centrales, solo o con parrillero, si de todas formas el espacio que utiliza es el mismo.
La medida es pensada para reducir la accidentalidad pero incluso creo que es más seguro y más fácil que un motociclista circule por el centro y no detrás o entre buses, busetas, taxis y colectivos que como ya se sabe, hacen lo que quieren sin que nadie les diga nada. Hoy por ejemplo, un señor conductor de bus arrolló a un policía de tránsito por andar compitiendo con otro señor conductor de bus. El “Montoyita” debía la “bicocada” de 18 millones de pesos en comparendos.Las motos de dos tiempos, según me informan, ya hay muy pocas, de todas maneras si las piensan acabar, no sería justo con sus dueños que les pagaran el precio de un carrito de balineras. Ojo otra vez Samuel.
Seguridad de niños:
Aún no es claro si los cinturones de seguridad y las sillas infantiles deben ser utilizados sólo en vehículos escolares. Hay que recordar que el Código Nacional de Tránsito establece en su artículo 82 que los carros modelo 2004 y posteriores deben tener instalados cinturones de seguridad traseros, lo cual obviamente excluye a los anteriores. Esto lo ratifica la sentencia C-930-08 de la Corte Constitucional que declara exequible este artículo y por tanto exime a los vehículos anteriores al año 2004 del uso de estos aditamentos.
Creo que no es justo ahora pedir más esfuerzos a los miles de propietarios de carros particulares pues el uso de cinturón trasero, según estudios hechos por la misma corte no es absolutamente necesario y no estaría bien que se le diera rienda suelta a muchos con el negocito de los cinturones que con toda seguridad no dudarían en abusar con los cobros de instalación, lo cual sería otro golpe certero para los dueños de autos particulares.
En cuanto a las rutas escolares, su trabajo es el de transporte de niños por eso la obligatoriedad de los cinturones en ellas debe ser perentoria.
Gerencia en Vía:
Si mal no interpreto, esto de la Gerencia en Vía consiste en crear algo así como un centro de conciliación vehicular móvil que se encargue de dirimir conflictos entre las partes involucradas en choques simples o en problemas que se presenten en las calles por causa de los vehículos. Si no es así la idea no sería mala.
Entiendo que el espíritu de la norma es bueno pues pretende además crear acuerdos comunales para la solución de inconvenientes en la malla vial, eso es cultura ciudadana y hay que aplaudir todo lo que se haga frente a este tema.
Esperamos que los señores transportadores públicos se comprometan para reducir el número de buses, busetas y colectivos que transitan por la carrera séptima, luego por la 26 y la décima y que además como lo estipula esta medida, cumplan con el uso de paraderos, y con una buena prestación del servicio, que por supuesto, debe empezar por los conductores a quienes además deberían formar en atención al público, en relaciones sociales y en el respeto por la vida y los bienes de los demás.
Tecnología y Amor por Bogotá:
El uso de la tecnología es necesario y vital en una ciudad como Bogotá que como vemos sigue, en cuanto a movilidad, en el año 1978. También en este frente todo lo que se haga debe ser estudiado y analizado para que esa tecnología no termine empeorando las cosas. Cualquier inversión deberá verse retribuida con una ciudad más moderna, más tolerante, más serena y más incluyente.No sobra decir que lo moderno no implica acabar con lo que funciona bien, por tanto no es posible pensar en la chatarrización de vehículos particulares sean de los modelos que sean, siempre y cuando cumplan con las normas de seguridad que piden las revisiones técnico-mecánicas.
El comentario lo hago porque además he escuchado al Secretario de Movilidad diciendo que hay propuestas interesantes en tal sentido. Por tercera vez, ojo Samuel, el carro es una propiedad privada y el ciudadano es libre de comprar un carro último modelo, uno que tenga 40 años o un clásico mientras cumpla con la normatividad.
Como se observa el paquete de medidas de Samuel tiene sus pros y sus contras, como todo. Lo que sí es cierto es que los habitantes de Bogotá debemos ayudar a que la ciudad sea en el futuro una ciudad digna, decente y libre.
Ah, una última cosita: Repasen también el balance del primer año de gobierno de Samuel y verán que no es cierto, como muchos dicen, que no se haya hecho nada. Lo social también cuenta y mucho. Eso se lo aprendimos a Lucho, al César…

Foto central: alejo_farieta (flickr.com)