A seguir escribiendo...

En algunas columnas he tenido éxito, otras fueron polémicas y tuve la razón en muchas. En otras me equivoqué, pero aquí están para que todos las revisen, las comenten y las critiquen.

martes, julio 29, 2014

La sequía en Colombia

Foto tomada de: http://blogtodosporelagua.files.wordpress.com/2012/10/sequia.jpg

Por: Mauricio Galindo Santofimio
Subdirector @esferapublicarm

Una vez más los titulares de prensa muestran las devastadoras consecuencias de los cambios climáticos a los cuales el país se viene viendo sometido desde hace algunos años, por cuenta del Fenómeno del Niño.

No es más sino recordar lo de los chigüiros muertos en el Casanare hace unos meses para poder dimensionar la tragedia: se habla de 45.000 reses muertas, de la baja producción lechera en algunos sectores del país y lo peor, del total abandono en zonas como La Guajira en donde los que mueren son los niños. Casi nada ¿no?

Y es que hablar de estas cosas no es nada fácil, porque da rabia, da indignación y hasta desesperanza. No tenemos en el país, aún, hoy en día, en pleno siglo XXI, planes definidos y concretos para poder hacerle frente a estos fenómenos climáticos. Todo se corrige sobre la marcha, todo se trata de solucionar cuando ya pasan las cosas, siempre se ponen en funcionamiento los llamados planes de choque, pero no hay prevención, ni mucho menos planeación para afrontar los problemas que se sabe, se avecinan.

A uno le da estupor ver cómo, por ejemplo, en La Guajira, las autoridades locales y el gobierno nacional tienen la desfachatez de sumergir en el olvido y en la pobreza a un pueblo que merece el mismo tratamiento que cualquier otro en el país. Parece que en ese departamento la gente solo sirve e interesa para votar. ¿Cómo es posible, por ejemplo, ver la falta de administración en Santa Marta, ciudad capital de departamento, en donde el agua, por falta de obras, brilla por su ausencia?

Y eso no es que sea de ahora, eso es de años de olvido, desidia y corrupción. De años de abandono y despreocupación, de años de gobernantes que no piensan en sus gobernados sino en sus propios intereses.

Lo peor está por venir. Quienes saben, dicen que octubre será la época más dura y complicada de la sequía en Colombia, ¿y qué se está haciendo para solucionar la crisis y hacerle frente de una vez por todas y de raíz, a estos problemas climáticos que se han vuelto cotidianos cada año? Se necesitan soluciones a largo plazo, se necesita inversión, se necesita que el país, el gobierno, se acuerden de que La Guajira, y en general, esos pueblos abandonados de la Costa Atlántica y de muchas zonas olvidadas como los antiguos Territorios Nacionales, también son Colombia.

Estamos hablando de vidas de seres humanos y de animales que se pierden por física desidia. También de los daños ambientales y ecológicos por culpa de los incendios forestales que se producen. Si seguimos así, este no será el tercer mundo sino el quinto y en el peor de los infiernos.

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martes, julio 22, 2014

¿Mal ejemplo?

Foto tomada de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZeasO_NrWt9L4GfVLsHPuSTIDySlzvX2mnJLWkMQBTwmsP1sDrCO35V1CPyMhRpmDhRJIQIwWtPZXXDX7NdDJnsFW14dWR4WteNiU2DIpGQa3ot3At8BUm8K6_XCkMyiM_keUjw/s1600/Andres+felipe+arias.jpg


Por: Mauricio Galindo Santofimio
Subdirector @esferapublicarm

Más allá de si la condena al exministro de agricultura del gobierno Uribe, Andrés Felipe Arias fue alta, fue justa o injusta, lo que causa extrañeza y una serie de interrogantes es la actitud de Arias frente a la justicia colombiana. ¿Se va a volar? ¿Va a dar la cara? ¿Tiene desconfianza de la justicia colombiana? ¿Cree que no tiene garantías? ¿Las tiene? ¿Fue justo su proceso? En fin. Lo cierto es que él como exministro de Estado debería dar ejemplo de acatamiento y obediencia a las decisiones judiciales. Para nadie es fácil ser condenado a 17 años de cárcel y la tragedia humana y familiar se deben respetar, pero insisto, una persona como él debe dar ejemplo.

Es importante recordar que no se le condenó por haber robado un peso del programa Agro Ingreso Seguro sino porque puso “La función pública al servicio de intereses particulares, los del Ministro, a través de la adopción de decisiones discrecionales, con las cuales se prohíja la corrupción y el desgreño administrativo, la inequidad y el exclusivismo, además del deterioro de la imagen del Estado” según apuntó el fallo de la Sala Penal de la Corte Suprema de justicia.

Pero no es posible que un funcionario de su envergadura, ahora sea un prófugo de la justicia colombiana, a la que debería defender y respetar. ¿No hizo parte él de la institucionalidad del país? Los casos del uribismo son conocidos: prófugos Luis Carlos Restrepo, María del Pilar Hurtado y ahora Arias, sin mencionar al general Santoyo ya condenado y a otros tantos que se encuentran en procesos penales o que ya están en la cárcel.

Y aquí no se trata de aplaudir a unos y ensañarse con otros. Si alguien delinque  debe ser castigado según el Código Penal y cumplir las leyes colombianas, llámese uribista, santista, petrista, samperitas o cualquier ista.

Pero además, algo inquieta, y es el hecho de que personas tan cercanas al expresidente Uribe se vean envueltas en hechos lamentables y de consecuencias penales y que contravienen, o por lo menos ponen en tela de juicio, las acciones legales de algunos funcionarios que estaban con él en su gobierno.

¿Qué nos dejó ese gobierno, prófugos? ¿Qué se hizo, según el caso de marras y de otros de gran recordación, en contravía del país? ¿Nos dejó un país dividido y altamente belicoso, pendenciero y fuera de eso, capaz de saltarse las vías legales?

Sin duda no es un buen ejemplo ese de que altos funcionarios obren como lo están haciendo los tres prófugos uribistas. ¿Si ellos lo hacen, que se puede pedir de un ciudadano de a pie? Ojalá vuelva el exministro Arias. Sería una magnífica muestra de reconocimiento a la justicia de Colombia, si es que la hay…

martes, julio 15, 2014

Un mes para soñar


Imagen tomada de: http://www.prensalibre.com/deportes/futbol_internacional/Mundial_de_Brasil_2014-Mundial_2014-Copa_del_Mundo_2014-Brasil-Protestas_PREIMA20140216_0117_32.jpg

Por Mauricio Galindo Santofimio
Subdirector @esferapublicarm

El sueño acabó y despertamos con un nuevo campeón de la Copa del Mundo de Fútbol. Fue el mejor, el que mostró buen fútbol. Alemania fue, sin duda, el que mereció levantar la Copa.

Muchas cosas se vieron en este Mundial 2014, desde mordiscos hasta fracturas, arbitrajes discutidos, injusticias futbolísticas, sorpresas, emociones, llanto, alegría, mujeres bellas, muchas mujeres bellas.

Sin duda, fue un espacio de un mes para soñar, un mes para pensar en otras cosas distintas, para hablar de ellas y para olvidarnos un poco de nuestras preocupaciones cotidianas. De Santos, de Uribe, de Petro o del Procurador.

Podríamos hablar de la Selección Colombia, de su gran papel, de cómo nos unió como país, al igual que del gran seleccionado de Costa Rica que también hizo soñar a su pueblo, o también de la debacle de la Selección brasileña, que ni siquiera pudo salvar su honor ante la buena Selección holandesa a la que parece siempre faltarle un centavo para el peso.

O podríamos hablar de aquellos que criticaron todo y terminaron sin acertar ni una de sus predicciones, o de quines las acertaron. Es indudable que este evento deportivo, el más visto en el mundo, es un espectáculo que despierta el nacionalismo y exacerba los ánimos. Pero lo fundamental, lo que nos regocija, es que con vencedores y vencidos, para quienes amamos el fútbol, el torneo llegó a su fin y pasará a la historia sin los contratiempos que muchos vaticinaban.

¿Fue pobre su inauguración?, quizás, ¿se esperaba más del equipo anfitrión?, por su puesto. Pero también se batieron records: el alemán Klose es hoy, el mayor anotador de todos los mundiales, Faryd Mondragón el de más edad en haber jugado un Mundial, y la Selección Colombia ha llegado por primera vez, como Costa Rica a los cuartos de final.

Nos queda esperar que nuestro James, además del de goleador, consiga el premio a quien anotó el mejor gol. Hay que votar: es.fifa.com

Lo de este Mundial fue inolvidable. Vamos desde ya a contar los días para llegar a Rusia en el 2018 y para desde ya, también, consolidar el trabajo de un equipo que debe seguir liderado por José Néstor Pékerman. Con él y con el apoyo de todos, podremos seguir haciendo historia con el fútbol colombiano. La próxima vez, como vamos, mínimo llegamos a semifinales.